...Como si nada... pero no de la nada...

...esto es lo que resulta entre días de ocio y noches de insomnio... un verdadero caldo de los dioses....

lunes, octubre 10, 2005

Recuerdo de una noche con faroles


Mirando unas fotos de mi amigo Miguel encontré esta que me produce una serie de sensaciones bastante extrañas. Es como si yo hubiese sido ese vacuno, con una vida peluda, a dos colores, rumiante, rumiando una y otra vez el mismo patético argumento de que mi vida es mía y que yo la hago mierda si se me para lo que se me pare y todas las estupideces que uno hace cuando en realidad no sabe lo que hace ni para qué hace lo que hace ni por qué hace esto en vez de aquello y etcéteras varios y multiplicados. Pero al final llega un momento en que no te das cuenta y te joden y te mueres (normalmente ayudado por algún matador) y eso fue todo, rumiar y rumiar lo mismo miles de veces, digerirlo y regurgitarlo para rumiarlo de nuevo y de nuevo para llegar a nada, a solo ser un montón de huesos en un pijama de madera a metro ochenta bajo el pasto o el cemento de algún cementerio de renovación urbana (podrían dar un subsidio para eso también). Me cansé de lidiar con eso día a día, me harte de pensar en no pensar que me estaba yendo a la mismísima mierda haciendo lo que hacía, o mejor dicho dejando de hacer lo que tenía que hacer de una vez por todas: dejar de huir. Y no porque huir no fuese cómodo, sino porque es necesario enfrentar la vida, dar la cara de una vez y ponerse los pantalones para asumir que no se conoce al bruto que se encuentra en el espejo y que tiene cara de miedo, puro miedo a vivir, puro miedo a saber qué es lo que tiene dentro y que tiene miedo a no ser lo que no ha sido mucho tiempo. Al mirar la foto me fijo en cómo los huesos aparecen entre lo que alguna vez fue carne y tuvo vida, y me doy cuenta que tengo vida, que por más que tratara de hacer que no la tenía está, la noto que está más viva que nunca, con más ganas de ser, y quiero dejarla ser, dejarla vivir, sin ponerle trabajas ni tratando de asfixiarla a cada paso que de… siento que mi vida pendió de una cuerda mucho tiempo, y mientras más alto llegaba más rápido sería el desenlace, más brutal, más rápido se quebraría el cuello. Ya venía siendo necesario acabar con todo eso, dejarse caer para empezar de nuevo, dejarse caer en las manos adecuadas para que una vez roto el cuello la vida no se esfumase, no se perdiese como el humo de un cigarrillo.

Sin embargo, esto de empezar a vivir la vida después de que se quiebre el cuello no me está resultando muy fácil que digamos. Si bien durante mucho tiempo me había gustado la altura, eso de caer no es para nada agradable, y menos caer en picada así como así, amarrado y con sonrisa (igual fue rico como me pegaba el viento en la cara, para que voy a andar con cosas escondidas, pero saber que tenía su cordón umbilical pegado al cuello igual era, por decirlo menos, preocupante). Como decía, no me está resultando muy fácil, es levantarse una mañana y darse cuenta que ya no se es lo que se era hasta hace unos minutos, cuando todavía se seguía durmiendo, y que ahora se es pero distinto, siendo otra cosa y la misma, revueltas pero no juntas, o mejor dicho, juntas pero no revueltas. Pero cuando digo que no me está resultando fácil no quiere decir que no sea rico ni que me haga sentir más feliz que la cresta (chucha, un chilenismo, y yo que pensaba que los había dejado en el cajón de los recuerdos), pero es difícil. Ya me voy dando cuenta que por lo menos unos nueve años de mi vida se lanzaron automática y fulminantemente al tacho de la basura, y que desde hace unos meses me voy reconociendo, reconociendo que lo hice mal y que ahora quiero hacerlo bien de una vez por todas. Además, al comenzar a empezar a iniciar una vida como que te asaltan (no cogotean, asaltan) una cantidad de dudas que, sinceramente, deslumbran y que te (o me) dejan así como estupefacto ipso facto... Bueno, cosas del fútbol, es difícil pero el esfuerzo vale mucho la pena, aunque me sienta débil y melancólico y sentimental asumo que eso soy y que eso escondí prolongadamente en aquellos años verde punk de mi historia reciente reciente. Eso, tenía que escribir algo porque los dedos se me estaban enmoheciendo, creo, además llevo dos días sin que se me ocurra como escribir sobre la final del mundial de badmington entre Argentina y Antillas Holandesas a disputarse en Antillas Holandesas y con jugadores aficionados a pasar la aspiradora (más que aficionados, se podría decir que un poco adictos… María José….como que te odiaré unos días por esto…).

Bueno, la hora apremia y el sueño que no llegaba nunca ha llegado, pero antes prendo mi último cigarrillo y sigo con lo que empecé y que debo cerrar para que sea leíble (es la idea de esto, no es por empatía con el lector, creo que nunca la he tenido). La cara del vacuno faenado me recuerda a mí, lo que solía ser yo y que ya no seré porque no quiero serlo: simplemente carne para la picadora (salve Polla Records). El cigarrillo ha dejado de ser cigarrillo, y esto comienza a ser lo que tiene que ser… al igual que yo.

Santiago, Lunes 10 de Octubre de 2005.

6 Comments:

  • At 3:23 p. m., Blogger Mujer en Caleidoscopio (CEAM) said…

    Te puedo prometer, Ojitos de Caramelo, que en la vida de todos hay días en q nos sentimos animales faenados... pero como lo estudio ahora para mi prueba del miércoles´: el ideograma chino Wenji (o Wenju?)bueno, como sea, nosa da una bella definición de la crisis de la vida: peligro... y oportunidad.
    Para los peligros: jamás olvides que abajo hay brazos que te esperan, deseosos de salvarte. Y en las oportunidades estamos todos... me incluyo, aunq el verano de 2004 se vea un poco lejano.
    tus palabras no se esfuman en mí como el humo de tus cigarros.
    Un beso
    Calu

     
  • At 12:15 p. m., Anonymous Anónimo said…

    Siempre es mejor ver la foto de una cabeza de vaca muerta, que levantarse con la de un caballo en la cama.

    lakes

     
  • At 8:21 p. m., Blogger Nita said…

    entiendo ese miedo a enfrentarse con tu peor enemigo: tu mismo! Para mi lo más terrible ha sido la etapa de pérdida total, de no saber quién fui, qué soy y quién quiero ser. Entre tanto, me escondo bajo las sábanas y escapo; por lo mismo, porque es lo más cómodo. Por último las palabras aclaran un poco las ideas y te descubres de a poco.
    ...es como el viento inoportuno.

     
  • At 11:43 a. m., Blogger Mujer en Caleidoscopio (CEAM) said…

    Porq tan feliz?
    cuenteme!!!
    un beso grande

     
  • At 11:27 p. m., Anonymous Anónimo said…

    que fuertes estos tres ultimos post

     
  • At 12:00 a. m., Blogger Lore Ortiz said…

    Me gusta la analogía que haces con la cabeza de vacuno deshaciéndose... perfect.
    Es cierto que la mayoría de las personas se adapta al sistema (famoso concepto de sistema ambiguo) y no se da cuenta de que la vida se les vuelve monótona, fome, repetida... Yo aprovecho a concho cada momento y me tildan de irresponsable a veces... filo, lo disfruto y si no lo hago hoy, nunca va ser porque las situaciones pueden repetirse pero nunca de la misma forma.

    Un beso, chau
    Lore

     

Publicar un comentario

<< Home