...Como si nada... pero no de la nada...

...esto es lo que resulta entre días de ocio y noches de insomnio... un verdadero caldo de los dioses....

domingo, noviembre 20, 2005

¿Ser o no Ser?... mejor voy al cine...

Las cosas como son. Me gustan los, los… los… bah, ni se qué me gusta. O a lo mejor sí, pero ahora estoy indeciso entre si sí o si no. No sé si me pasa solamente a mi o si es un problema mundial. La indecisión. Cresta. No sé si seguir escribiendo sobre esto o dejarlo para otro día. Como había empezado, la indecisión es algo que muchas veces manejaba mi vida. Ahora no tanto. Bueno, sí. Todavía. Y este algo me desacomoda la mayor parte del tiempo. Es como cuando uno tiene ganas de comer chocolate, pero va a comprarlo y ve los helados, y se imagina un helado de frutilla, rico, sabroso. Pero al final termina comprando galletas de coco. Bien, lo acepto, es un ejemplo bastante estúpido y rebuscado, pero me costó elegirlo. Es realmente desalentador tener ese tipo de indecisiones. Termina echando por tierra una buena cantidad de las elecciones importantes que tengo que hacer. Además, como maneja gran parte (por no decir toda) mi vida, me termino cansando de lidiar contra este algo. Muchas veces no sé si ir a una fiesta o a una librería y termino yendo al estadio. Otras veces pienso si decirle algo a ese alguien o no, y al final coloco música y me pongo a pensar en lo complicado que es encontrar una manera de otorgarle mayores beneficios laborales a los trabajadores, teniendo en cuenta que todos los principios económicos actuales se basan en la propiedad privada y que para lograr la meta es necesario buscar una forma en que esta propiedad privada sea menos privada (en concreto, tratar de encontrarle un lugar a la propiedad privada dentro del anarquismo es MUY complejo, sobre todo escuchando tango). En este preciso instante no sé muy bien que decisión tomar con respecto a mi, si terminar de escribir esto o ir a la cama. Creo que por ahora lo logré: sigo. Como venía escribiendo, me es complicado tomar decisiones, optar por dos o más cosas que me gustaría tener (esto me hace recordar aquél libro de economía que tuve que leer una vez. Menos mal que lo mío son las letras), me cuesta imaginarme que tengo que dejar de lado algo (o alguien, eso es peor). Ojalá la vida fuera mucho más fácil en ese aspecto, que pudiésemos decidir sin tener esos pensamientos nefastos tipo ¿y si hubiese hecho aquello en vez de esto? o ¿por qué no fui para allá en vez de venir para acá? o pensar cosas como “estuvo bien, pero x hubiese sido mejor”. Una soberana lata. Y un soberano malestar. Al final no quedé en nada. Iba a escribir sobre la indecisión y terminé más indeciso que antes. Lo considero un problema, tan problema como eludir la ficción cuando uno escribe para la red. Cresta, again. Realidad o ficción, vaya decisión…


PD: esta es Selma... pero no me acuerdo de dónde salió, pido disculpas de antemano...

martes, noviembre 08, 2005

Dispersion... disperso...

La calle se oscurecía de prisa, la noche se hacía a más honda a cada paso que daba. Ya no miraba las ventanas ni las puertas, las estrellas atraían toda mi atención. Y no es que fuera muy estrellado, pero siempre que encontraba un poco de oscuridad en medio de la ciudad de neón tendía a levantar la cabeza hacia ese infinito. Ese, y no otro. Era una especie de flashback automático a las noches de campo, o de playa, en que me quedaba tendido boca arriba esperando que alguna fugaz iluminase un poco más ese cielo, ese, y no otro. Como las noches en Huallepén, o en Loncopitrio, o en Punta de Tralca. Bueno, un recuerdo.
Ahora se me caen los párpados y me molesta la luminosidad de la pantalla, pero me siento bien. Suena un poco de jazz en los parlantes y me imagino sentado en medio de una conversa de Rayuela, escuchando a Olivera y la Maga y los demás, pero estoy aquí, ahora, en un ahora que bien puede haber sido el que soñé mañana o que espero soñar ayer. Acorpóreo (me gusta, la guardaré) pero con acidez, mientras Davis se las pela tocando y las letras bailan su lento, pensando en que mañana puede ser aun mejor que hoy, con ánimo a seguir. Escribo por escribir, ya no se si pueda encontrar otra forma mejor de relajarme; escribo por escribir, y la luna que no veo me baña en calma; escribo por escribir, pero extraño a una, a todas, a ninguna; escribo por escribir, para poder escribir mañana tal como lo hice ayer; escribo por escribir, relajado, ausente…

Las cosas resultan, no mejor ni peor, simplemente resultan, y eso es bueno… ya tengo la certeza de que en marzo volveré a estudiar lo que nunca estudié pero se suponía que estudiaba, ahora si para estudiar en serio, para asumir que yo tengo que ser yo y no mi mamá o mi papá, solamente yo…

Bueno, tengo ganas de decirle algo a alguien, pero no la veo por le ciberespacio, así que esperaré a mañana, a que las cosas sigan resultando… y a seguir escribiendo, sencillamente, por escribir…

domingo, noviembre 06, 2005

Recreo, creo...


Las cosas han salido bien el último tiempo. No me puedo quejar. Aunque siempre siento que me voy ahogando en la rutina, es algo inherente a mi personalidad. Por eso a veces me desconecto de todo y dejo todo tirado un par de días, para relajarme, para descansar un poco la cabeza. Pero no siempre resulta. Por ejemplo, esta semana decidí darme un poco de aire, un poco de relajo. No me pude olvidar de todo, pero sí me tomé las cosas más a la ligera, sin tanta gravedad, sin tanta seriedad. Y fue bueno, ya me siento un poco mejor, me doy cuenta que las cosas pueden ser más calmas, sin tanto caldo de cabeza. Decidí releer un viejo libro que siempre me muestra algo nuevo, siempre hay algo que me hace clic cuando lo leo, y es bueno eso, me produce bienestar. Aunque bienestar no sea la palabra correcta, puede ser más como alegría, o un sentimiento más placentero. Bueno, el libro es “Sobre héroes y tumbas” de Ernesto Sábato, y tiene esa mezcla de misterio y certeza que me engancha a una lectura constante. También me di el tiempo esta semana de ver una buena película, “Mejor Imposible” (“As good as it gets”), y reír a carcajadas con las especiales situaciones de Melvin (Jack Nicholson), sobre todo con sus manías y su sarcasmo intrínseco. Bueno. A lo mejor este no es el mejor post hecho alguna vez, pero no me preocupa mayormente. Como acabo de decir, esta semana fue para tomarme las cosas más a la ligera, y el blog no ha sido una excepción. Así que dejo la escritura para otra oportunidad, ahora me dedicaré a escuchar un buen disco de jazz y fumar un par de cigarrillos. Eso es todo, por ahora. Saludos a todos.