...Como si nada... pero no de la nada...

...esto es lo que resulta entre días de ocio y noches de insomnio... un verdadero caldo de los dioses....

viernes, septiembre 01, 2006

(sin título 1)

Cuando la noche golpeó en mi ventana, hacía rato que no escuchaba el ruido de las calles. Hice caso omiso por unos momentos, prendiendo un par de velas y, finalmente, encendí la luz de la habitación. Cuando no había forma de iluminarla más, decidí salir otra vez, salir una vez más al lugar donde nunca quería ir, pero al cual siempre llegaba. Siempre. Tomé los cigarrillos, el abrigo y caminé directo a la puerta, dejando las luces prendidas otra vez, como todas las veces anteriores. Al llegar, aún quedaban los restos de ayer noche, trozos esparcidos entre ventanas y mareas y bordes de maderas. Quedaban, incluso, un zapato negro con el tacón roto y una servilleta pegada bajo una margarita. Me senté y esperé y no llegó nadie en mucho tiempo. Las luces de la ciudad no llegaban hasta donde habíamos alcanzado, un poco antes que aparecieran copas y tazas y botellas entre el ruido de caricias y el sabor de besos robados con desgano y agresividad…